domingo, 4 de agosto de 2013

Crítica literaria: El Cortijo.

   No se si se puede llamar crítica literaria a un libro que no se ha leído completamente. Podría comentar de forma positiva el comienzo y dejar la mitad del libro en suspense. Pero sintiéndolo mucho no puedo.
   El comienzo de El cortijo es con un hombre profundamente deprimido que se hunde y se abandona.
   En este primer capítulo me sorprende con lo que nada más leerlo veo que es plenamente la fantasía de todo hombre; para tratar de consolarle su mejor amiga llama a otra amiga para entre las dos traten de quitarle la depresión haciendo un trío. Este episodio me resultó tan chocante que incluso lo comenté con amigos y me dejaron patente que como fantasía suena genial pero nunca les ha pasado. Si por el contrario es tu caso enhorabuena.


   Desde esta parte en adelante ya descubrimos que la depresión del protagonista es por el fallecimiento de su padre y esto le lleva a retornar al entorno de su familia: Un pueblo.

   Desde este punto hay cosas que me hacen complicada la lectura del libro. No me gusta hacer una mala crítica y yo misma intento pensar que mis ganas de soñar y fantasear me impiden meterme en un libro con este carácter. También vivo en un pueblo y por ello se me hace aburrido capítulo tras capítulo con tanta descripción de todo.
  Para mí es un libro demasiado descriptivo, demasiado reflexivo, para una historia demasiado diaria que no me engancha. 
  Siento decir que he pasado una semana intentando leer el libro, el primer capítulo daba esperanzas de algo interesante, pero los siguientes me llevaron al sopor y a buscar la charla entre las otras mamás que estaban conmigo en la piscina o el parque.

   Hoy ya en la página 63 veo que no puedo, cuando se me hace costoso seguir leyendo veo que es el momento de parar. No puedo terminar de leerlo para deciros si el final es interesante o no, sus 170 páginas se me hacen demasiado largas. Cuando leo quiero vivir otras vidas, quiero soñar, aprender algo, he llorado con los protagonistas de otras histórias, he sentido tanto la alegría como la más profunda tristeza que me trasmiten los libros, puedo leer muchos géneros y podéis culparme de tener predilección por el fantástico. Pero por mucho que hoy he saltado página para ver si podía mejorar un poco este libro veo que no puedo seguir.

   Tal vez otros lectores mas apegados con una novela profunda que te lleva a interiorizar con la pérdida, la aceptación y el reencuentro con las raices y uno mismo, verán en El Cortijo su libro. Pero al menos yo no puedo terminar de leerlo. 

El cortijo

Imágenes integradas 30"Tal vez se había mirado fijamente al espejo durante demasiado tiempo, hasta llegar a no reconocerse, o quizás fuera una fatídica lectura, una paradoja para la que no estaba preparado; poco importaba, el caso era que lo había comprendido. Lo había comprendido, muy bien, pero entonces venía lo más difícil: soportarlo."

Álvaro, un conocido profesor de filosofía, lleva más de un mes encerrado en su piso, rodeado de sus propios deshechos, con la cabeza repleta de ruido. Escucha sonar el teléfono a diario, siempre el mismo patrón de llamada: siempre a la misma hora, siempre el mismo número de tonos. Coger el teléfono supondrá enfrentarse a lo absurdo de la interacción, al sexo, a la familia y, lo que es aún peor, a sí mismo.
Todo filósofo busca una primera certeza sobre la que edificar su método, y en esa desesperada búsqueda se hace inevitable el recuerdo. Lo primero es el recuerdo; lo anterior al recuerdo se llama padres. El protagonista de esta novela se llama Álvaro, y lo esencial se remonta a su cortijo; es decir, al cortijo de su padre.


Autor: Arturo Palenzuela Reyes
Colección: Círculo rojo - Novela
Páginas: 176
ISBN: 978-84-9050-179-9
Formatos: Edición Rústica con solapas
Tamaño: 15 x 21 cm
Editorial: Editorial Círculo rojo
Precio: 11,95 €
Comprar: Edición papel Edición E-Book
El Corte Inglés: libros bajo demanda





5 comentarios:

  1. Hola Isabel,
    con respecto a su crítica, debo decir que, para empezar, no parece que haya entendido el libro... Su crítica está llena de inexactitudes; por ejemplo, el protagonista no está deprimido por la muerte de su padre, básicamente porque cuando está deprimido, su padre aún no ha muerto, eso pasa después. Otra inexactitud es que no regresa al pueblo, sino que regresa a su ciudad natal: Almería capital. El final del libro es de lo más impactante e inesperado -quizás no debería haber emitido una crítica sin haber conocido el final primero-.
    Es un libro que invita a la reflexión y a preguntarse el por qué de las cosas. La invito sinceramente a que le dé una segunda oportunidad, porque merece la pena.

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  2. Hola Verónica, estoy totalmente deacuerdo contigo, soy la primera que me echo la culpa de no estender el libro porque tal vez el ritmo es lo que me hace que me pierda (a mi). No puedo valorar del todo el contenido y aclaro que no he terminado de leerlo ni de saber si el final como bien dices es así y seguro que es como tu dices, aunque no lo cuentes. Es de seguro culpa mia que lo detallado del libro a mi personalidad le hace monótono y me cuesta continuarlo. En los detalles de la historia tienes razón y como no he terminado el libro se me escapa aun la razón de por qué estaba así. Le he dejado el marcapáginas puesto para continuarlo poco a poco y si es necesario rectificaré, mientras tanto como la opinión de una normal ama de casa simplemente pongo la razón de porque no lo he terminado de leer.

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  3. Independientemente de los géneros que nos guste leer, creo hay otras cosas que están en un nivel muy superior al de la trama o los personajes.
    El género no importa realmente: en el subsuelo de las obras de Stanislaw Lem encontramos filosofía y metafísica, y Lem escribe ciencia ficción; Oscar Wilde no pretende asustar, enamora con sus personajes (aunque sean asesinos) con una literatura que rebosa elegancia; Marcel Proust detiene el tiempo y elimina el concepto de drama, te adentra en la cabeza de un niño que espera en su cama horas y horas (páginas y páginas) a que su madre le dé un beso de buenas noches.

    "El cortijo" no es una obra que hable de las raíces, no es reflexiva ni filosófica, no hay un personaje deprimido, no es eso: Es una obra escrita con un cuidado exquisito donde cada párrafo, cada frase y cada palabra están pensados para que una sola página pueda durar el día entero. "El cortijo" no es una novela, es una forma de escribir. Está escrita para detenerse y deleitarse en cada renglón. Es una obra deliciosa.

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  4. Perfectamente bien esplicado Juan, sigo defendiendo mi posición, de que no puedo mentir ante que este libro en estas páginas tan profundas no supo darme lo que necesitaba para leermelo entero. Yo esplico en esta página lo que le contaría a una amiga se me pregunta por él, le cuento lo que he entendido. En ningún momento digo que sea un mal libro, que esté mal escrito ni nada parecido.

    Si no es novela como tu dices que le cambien el género. Porque cuando una señora como yo, que lee en su casa, en el metro o el parque va a un fnak a comprar un libro y pone sección novelas compra un libro por más o menos lo que pone detrás. No tiene ni al escritor ni a un crítico experto en su oreja esplicándole el significado profundo de un libro. La señora (el punto donde mi sitúo) compra el libro, cuando lee le gusta o no le gusta, el libro puede ser entendido perfectamente o no según la idea del escritor. Pero si el libro para mí, cuando me lo he leido, me ha llenado la cabeza de descripciones y descripciones que según llegaba al siguiente capítulo no me había dicho nada especial en el anterior. No he visto nada que me enganche a esta novela (está catalogada como novela) pues cuando llego a la mitad del libro veo que prefiero ver anuncios a leer, pues directamente dejo de leer.

    Mi crítica no es la de un catedrático, no tengo una tesis ni carrera universitaria. Soy una ama de casa que opino de lo que leo con la libertad que tenemos todos de dar nuestra opinión. Cada uno después que le de el valor que quiera.

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