
“El hipotálamo, que es una glándula que tenemos en el cerebro, es el encargado de segregar endorfinas –explica la sexóloga Yanina Cotarelo-. Estas hormonas, que tienen que ver con el estado de ánimo, con el deseo sexual y también con los orgasmos, son contagiosas. Se transmiten a través de los aplausos, de la risa, de los colores…”

Así, en esta transición del frío invernal al calor del verano, mucha gente comienza a sentirse más joven, más atractiva y seductora. “El hecho de usar ropa más liviana nos hace sentir más libres, cambiamos nuestra actitud corporal. Estamos un poco más caribeños, podría decirse”, sigue la licenciada.
Y aclara: “Aunque también es importantísima la parte cultural, la representación que tenemos de la primavera y el lugar que ésta ocupa en nuestro imaginario”.

Por eso también, la Primavera es la “temporada alta” para las consultas con el sexólogo. “Así como aumenta el deseo sexual, puede aumentar también el deseo de recomponer un matrimonio o de empezar una nueva relación por lo que crecen las visitas en el consultorio”.
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