Las tareas
de casa son algo imposible de eludir pero sí es posible ahorrar tiempo en
ellas.
Un
lavavajillas es de esos electrodomésticos que siempre piensas que no necesitas
hasta que lo tienes y te lamentas del tiempo que has pasado sin él.
Hoy en día
todas las principales marcas fabrican lavavajillas, Bosch, Balay, Siemens… y dependiendo de la capacidad,
diseño u otras los puedes encontrar desde 230 a 500 euros. ¿Caro? Ni hablar… es
una inversión de tiempo.
Hay que
respetar los espacios entre platos para que el agua del lavado llegue bien a
todo e introducirlos sin restos de comida.
Utiliza
productos de lavavajillas de confianza. Aquí es donde yo lo comparo con la
lavadora, cuando he usado marcas baratas o marcas blancas a la ropa se le queda
un olor raro o queda todo lo limpia que queremos. Yo hasta ahora siempre he
utilizado Finish Quantum, gracias al cual
no he visto ni un resto de comida. En un solo lavado queda todo perfecto.
Una vez que tienes la rutina de usar el
lavavajillas no vuelves a meter las manos en remojo. Incluso con los productos
de limpiamáquinas que se venden te olvidas de esa tarea.
Recompensas
para los peques de la casa.
Si
quieres que los niños de casa tomen buenas costumbres con las tareas de casa, coloca
un bote de galletas o de chuches sobre el lavavajillas para que elijan una
recompensa cada vez que hagan la tarea de color, laven los platos o los
coloquen en su sitio una vez limpios.
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