Grandes Beneficios.
Es un antibiótico natural, un tónico del organismo (depura y elimina toxinas) y un aliado contra las infecciones.
Lo ideal es añadirlo crudo a nuestra dieta para que no pierda ningún beneficio.
Palía el dolor de oídos y de muelas.
Como antibiótico natural, reduce enormemente el dolor causado por infecciones bacterianas. Puedes dejar dos dientes de ajo macerando en aceite de oliva en un bote, durante la noche. Al día siguiente echamos una gotita en el oído, notaremos una gran reducción del dolor.
Si lo que te duelen es una muela, lo ideal es mezclar el ungüento de ajo macerado con unas gotas de árbol de té (Pon un algodón envuelto en una gasita sobre la muela).
Repelente antimosquitos.
So lo tomamos con frecuencia y apenas cocinado, al metabolizar la alicina, nuestro organismo comenzará a segregar una sustancia a la que estos insectos sienten aversión. ¡Sin efectos secundários!
Contra la gripe y el colesterol.
Limpia las arterias y ayuda a controlar tu colesterol gracias a su efecto vasodilatador. Lo mejor es añadirlo a la dieta de forma cruda. También se aconseja tomar una fina lámina en ayunas, y, para que el cuerpo se vaya adaptando, aumentar poco a poco la dosis hasta llegar a un diente de ajo.
Para mejorar la piel y controlar la tensión.
Sus propiedades depurativas lo convierten en un alimento indispensable para el cuidado de nuestra piel. Además, por sus cualidades para eliminar toxinas, también mejoramos nuestro colesterol, triglicéridos y problemas como la tensión baja.
Para este problema se recomienda macerar media cebolla picada, que también contiene alicina, y seis dientes de ajo en el zumo de un limón. Déjalo reposar y, a la mañana siguiente, añádele el zumo de otro limón. Filtra la maceración y tómala en ayunas cada mañana.
Espero que te ayuden nuestros consejos eso si siempre acompañado de pasta de dientes.
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