Colección: Círculo rojo - Relatos
Páginas: 188
ISBN: 978-84-9050-879-4
Formatos: Edición Rústica con solapas
Tamaño: 11x17,5 cm
Editorial: Editorial Círculo rojo
Precio: 9 €
En la lectura de estos doce relatos que comprende este libro, el lector se encontrará con oscuras historias poseedoras de un común denominador: el miedo. Una serie de cuentos marcados por lo macabro, la fantasía y el terror, y aderezados con una pizca de humor negro.
En cada una de estas historias confluye y sale a la luz toda la esencia del relato fantástico y de terror heredado de los grandes maestros que en su época lo cultivaron, como Poe, Lovecraft, Bécquer, Kafka o Maupassant, una creación que comprende en sí un inconsciente ejercicio de metaliteratura que sirve de claro homenaje al relato de terror y a sus autores más importantes.
En cada una de estas historias confluye y sale a la luz toda la esencia del relato fantástico y de terror heredado de los grandes maestros que en su época lo cultivaron, como Poe, Lovecraft, Bécquer, Kafka o Maupassant, una creación que comprende en sí un inconsciente ejercicio de metaliteratura que sirve de claro homenaje al relato de terror y a sus autores más importantes.
“La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido.”
H.P. LOVECRAFT
“Los límites que separan la vida de la muerte son, en el mejor de los casos, vagos e imprecisos. ¿Quién puede decir dónde termina una y empieza la otra?”
E. A. POE
Autor:
ANTONIO CRUZ ROMERO (1978)
Diplomado en Magisterio y titulado como profesor de Conservatorio en la especialidad de Saxofón Clásico, se dedica a la enseñanza.
Escribe tanto prosa como poesía, publicando dentro de esta última disciplina el poemario Poemas apócrifos. Los hijos malditos de Job. Además del presente libro de cuentos, es autor del relato Oil, incluido en la obra colectiva Relatos Velezanos II.
El terreno de la traducción ha sido fundamental en su desarrollo literario, traduciendo al español al relevante poeta y novelista neerlandés J.J. Slauerhoff, una antología poética que ha sido publicada por la prestigiosa editorial Huerga & Fierro bajo el título Sólo en mis poemas puedo vivir. En el mismo sello editorial ha publicado una compleja edición crítica –jamás hecha en ningún idioma– de la transcendental novela modernista El reino prohibido, también de Slauerhoff, escritor de cuya vida y obra es gran conocedor. A su vez ha traducido al español
al escritor flamenco Hugo Claus y al poeta norteamericano Robinson Jeffers, que serán publicados en breve.
Asimismo colabora en la sección cultural del magacín político-cultural El Patíbulo.
Diplomado en Magisterio y titulado como profesor de Conservatorio en la especialidad de Saxofón Clásico, se dedica a la enseñanza.
Escribe tanto prosa como poesía, publicando dentro de esta última disciplina el poemario Poemas apócrifos. Los hijos malditos de Job. Además del presente libro de cuentos, es autor del relato Oil, incluido en la obra colectiva Relatos Velezanos II.
El terreno de la traducción ha sido fundamental en su desarrollo literario, traduciendo al español al relevante poeta y novelista neerlandés J.J. Slauerhoff, una antología poética que ha sido publicada por la prestigiosa editorial Huerga & Fierro bajo el título Sólo en mis poemas puedo vivir. En el mismo sello editorial ha publicado una compleja edición crítica –jamás hecha en ningún idioma– de la transcendental novela modernista El reino prohibido, también de Slauerhoff, escritor de cuya vida y obra es gran conocedor. A su vez ha traducido al español
al escritor flamenco Hugo Claus y al poeta norteamericano Robinson Jeffers, que serán publicados en breve.
Asimismo colabora en la sección cultural del magacín político-cultural El Patíbulo.
Es curioso ver como un pequeño libro (de formato) se convierte en grande cuando contiene una buena historia. Aun que aquí tenemos 12 historias y un micro relato.
Cuentos macabros y de terror se nos presenta en un formato pequeño que me gusta sobre todo porque me lo puedo llevar en el bolso en estos fantásticos días de sol cuando salgo con mis chicas.
Una portada en color negro con la silueta de un cuervo en rojo llaman la atención de nuestra mirada dando buenas señales del tipo de lectura que guarda.
Como bien recomienda el escritor en su prólogo, es un buen libro para leer a solas, bajar la luz y disfrutar de las sensaciones que nos trasmite su lectura.
Ya en la primera de las historias te sientes cómodo con una lectura fluida pero al mismo tiempo es una trampa que te envuelve sumergiendo tu mente en un mundo de misterio o en las más dramáticas situaciones.
El primer relato ya habían despertado en mi algunos de esos miedos que guardamos todos como la claustrofobia y me sumergí durante barias noches seguidas en su lectura. La cual me tomé sin prisas. Dejando que mi mente se sugestionara con los relatos.
En muchos momentos me recordó aquellas ocasiones en las que nos juntábamos los amigos y en aquellas noches nos contábamos extrañas historias de sucesos ocurridos en el pueblo o de aquello que nos dijo la ouija en nuestros macabros juegos.
No voy a contar nada de estas historias para que sus futuros lectores puedan sorprenderse y extremecerse con ellos por primera vez como lo hice yo misma. Tan solo vuelvo a destacar que cada una de sus distintos relatos despertarán tanta tensión como interés.
Valoración.
Ha sido un lectura interesante, amena y con historias que merecen la pena guardar en el bolsillo para contar en según que situaciones. La voy a valorar con un 7 sobre 10, agradeciendo mucho el no encontrarme ante historias cortas con textos sin sentido ni sustancia final.
¿Lo recomiendo?
Ciertamente me gustaría recomendarlo como lectura ligera, para aquellos que les gusta amenizar una espera con una lectura que al cortarla no pierdas el hilo.
Apropiado para distintas edades desde la propia adolescencia a los cuales estoy segura les resultará muy interesante.
Una anécdota tras la lectura.
El primer día que comencé a leer el libro bastante tarde. Ya todos dormían y todo era silencio en casa.
En aquel momento sentía un inconfesable temor a salir de mi cuarto de estudio y apagar la luz pues me quedaría completamente a oscuras.
Salí al pasillo y encendí la luz antes de volver a entrar en el cuarto y apagar la luz.
Cerré la puerta tras de mí y nada mas hacerlo escuché algo se había deslizado y caído. Mi mente aun llena con las historias que había leído rápidamente lo achacó a que mi bata de andar por casa habría rozado con algo al pasar.
Me acosté con el oído atento porque seguía escuchando ruidos en mi estudio y no dejaban que me concentrara en caer en la inconsciencia del sueño.
Un rascar en la puerta del estudio me hizo salir de mi sugestión y
me di cuenta que mi peludita compañera no había venido a dormir sobre mi.
Con la cabeza en su sitio y más relajada fue al cuarto, abrí la puerta y mi gata salio con prisas de allí dejando el cuarto patas arriba pero al menos pude dormir mas aliviada.
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