La educación del gatito. La presencia de la madre.

   La parte fundamental de la educación del gatito tiene lugar durante el período que va de su nacimiento hasta los 6 meses. La mayor parte de los comportamientos se adquieren de forma efectiva a los 3 meses, gracias al papel preponderante de la madre, así como el de sus hermanos y hermanas.

   Por ello, cuando se adquiere un gato, la contribución que podemos hacer a la base de su educación es limitada, pero no por ello disminuye nuestra responsabilidad en ese sentido. Usted debe completar se educación, en el marco de nuevo entorno, y corregir sus malos comportamientos.

   Entorno favorable.


   Un entorno favorable es un entorno en el que su gato se socializa fácilmente, familiarizándose con las personas y el medio que lo rodean.

   



   Presencia de la madre.



   Si el cachorro se cría con su madre, es aconsejable dejárselo hasta que deje de mamar. Su educación será más completa y se integrará en su nuevo hogar con mucha facilidad.


   Lo que nunca debe hacerse.

   Hay que evitar totalmente el traslado de un gatito lactante. Un gatito separado prematuramente de su madre será siempre más difícil de criar.


   Acciones del entorno.

   Un gatito que haya sido manipulado por varias personas desde su más tierna edad mostrará una actitud más abierta y una mayor curiosidad por la vida. Así mismo, estará familiarizado con los diferentes ruidos de la vida diaria, lo que permite una mejor integración en el ambiente de su nuevo hogar.



   Entorno desfavorable.


   Si el medio en el quien se cría el gatito es poco estimulante (por ejemplo, un lugar aislado), es aconsejable cogerlo a partir de la 8º semana e intentar ponerlo en contacto con otros gatos.


   Si falta la madre.

   Hay que hacerse cargo inmediatamente de su educación, con objeto de evitar la aparición de estados de ansiedad o depresivos. Hay que enseñarle las distintas reglas sociales que no debe infringir y los comportamientos necesarios para su vida futura, en contacto con seres humanos.


   Acciones del entorno.

   Hay que socializarse, ofreciendo la mayor cantidad posible de estímulos externos: alternancia de distintas personas que lo cuiden, contactos con otros animales.
   Su integración en su nuevo hogar requerirá más tiempo, pero los resultados serán idénticos.


   El aprendizaje.

   El gatito aprende de dos formas distintas: empieza imitando los gestos de su madre y luego aprende solo a través de la experimentación. En este último caso, actúa y recibe las consecuencias de sus actos. Si la respuesta recibida le resulta agradable, tiende a privilegiar su reacción.